La historia de como Billy Beane, el director general del equipo de béisbol de Oakland logra mantenerse en los primeros puestos de su categoría e incluso llegar a la final durante varios años consecutivos, y todo ello a pesar de contar con uno de los presupuestos más bajos de todas las grandes ligas.
Duración: 2 hr. 6 min.
País: Estados Unidos
Director: Bennett Miller
Guion: Steve Zaillian y Aaron Sorkin
Reparto: Brad Pitt, Jonah Hill, Philip Seymour Hoffman
Crítica de la película
¿En realidad se puede cambiar un sistema deportivo basándose en estadísticas? ¿Se podría aplicar en el béisbol? Ciertamente sí se puede, se ha hecho y es lo que Moneyball nos trata de exponer con mucha inspiración. Aunque no te preocupes, no necesitas saber de estadísticas ni de béisbol para entender este drama deportivo, porque Miller detrás cámara y Pitt y Hill delante de ellas, nos mantienen pegados con mucha fluidez cuando informan con esta historia, obviamente basada en hechos reales.
Con este tipo de historias es mejor no saber la aproximación histórica antes de verla, al menos que seas fan del béisbol, claro está, porque desviaría el factor entusiasta en tus ojos, es decir, una vez que sabes lo que sucedió en realidad, no generaría el mismo interés que "sabiendo lo que sucedió en realidad (mi caso en particular)". Pero sabiendo o no, durante el desarrollo uno se da cuenta de que Moneyball le apuesta fuerte a las estadísticas, a la premonición humana y a la confianza para alentarnos, no de cómo funciona el juego, sino de cómo se podría mejorar el sistema de juego basándose en aspectos matemáticos.
El argumento se centra en Billy Beane (Brad Pitt), el gerente general de los Atléticos de Oakland, en su intento desesperado para sacar a flote una franquicia que se encuentra en el fondo de las Ligas Mayores de Béisbol (MLB) en el ámbito salarial. Ellos tienen grandes jugadores, pero una nómina salarial demasiado baja no le permite tener jugadores de renombre en su plantilla, es por eso que Beane necesita aumentar la nómina para conseguir un equipo mejor que le permita competir con los equipos que poseen nóminas mayores, es decir, los equipos más "poderosos".
La situación cambia una vez que no se le permite aumentar la nómina del equipo, por lo que Beane se ve forzado a buscar jugadores con relación a la poca cantidad salarial que poseen. Es ahí donde entra Peter Brand (Jonah Hill) en la escena. Brand es un nerd recién graduado en economía que persuade a Beane para implementar una teoría que él mismo diseñó. Esta consiste en clasificar jugadores "mediocres" a bajo costo que puedan beneficiar al equipo con victorias con el desempeño al azar que poseen.
Beane no duda en contratarle como su asistente personal para implementar dicha teoría contratando jugadores de bajo salario con estadísticas bajas, pero que relativamente tengan un alto porcentaje de embasarse para utilizarlos en la temporada del 2002 (lógica del juego, ¿no?).
En este film Brad Pitt está excepcional. El carisma, la preocupación y la energía que le transmite al personaje de Beane es lo que en realidad llama la atención. Beane es una persona impulsiva y solitaria, que odia perder. Notarás que cada vez que pierde o algo sale mal, tumba algún objeto con mucha ira; aunque lo que él no sabe, es que sus mayores riesgos se convertirán en la verdadera clave para encaminarlo a ser un pionero. Esta tremenda interpretación es una de las mejores en la carrera de Pitt y definitivamente merece una nominación al Oscar en la categoría de mejor actor.
Jonah Hill estuvo brillante como Peter Brand. Aunque tímido y despreocupado, es una persona extremadamente inteligente, confiada en las teorías que analiza. Nunca ha estado inmerso al mundo del béisbol, pero sí es excelente a la hora de analizar las estadísticas del juego. En vida real él no existe, sino que está basado en varias personas que contribuyeron a la implementación de dicha teoría, tal como se describe en el libro de Michael Lewis.
A lo largo de la trama se puede notar los diálogos inteligentes e intensos que Steve Zailian y que Aaron Sorkin se encargaron de escribir. Sorkin atribuye claramente una estructura similar a The Social Network, pero un poco más lineal para no despistar a personas que no entienden el béisbol. Por cierto, también tiene varias líneas de diálogo que pueden hacer reír con su elocuencia a cualquier espectador atento a lo que sucede.
Aunque esta película parezca de béisbol, no está del todo orientada al béisbol, sino, a los conflictos personales, a las estadísticas y a los estragos por los que pasa la administración interna de una franquicia de béisbol. Lo digo porque son pocas las escenas que presentan al equipo en el campo de juego. La mayoría de las escenas están filmadas en lugares cerrados, para presentar cómo el gerente general se enfrenta, por ejemplo, al cabeza dura de Art Howe (Phillip Seymour Hoffman), el entrenador del equipo que difiere en varias situaciones con las ideas de Beane y de Brand.
De esa manera, Moneyball es un drama deportivo que se beneficia en los momentos intensos de una dirección ventajosa de Bennett Miller, de poderosas interpretaciones y de unos diálogos astutos. Asimismo, envía el mensaje de que las apariencias engañan, y como si fuera un juego en sí, es una película que apuesta fuerte a la selección de jugadores, no por intuición humana, sino por el análisis numérico generado por computadora, ya que al fin y al cabo el béisbol es solo un negocio.
7/10
Igualmente soy miembro de la lista de personas que han visto el film sin conocer la historia real. Como hecho, lo que más resalta es el enfoque del estilo gerencial. Apostar por un "nuevo" método de ver organizar y administrar un equipo de béisbol cuando lo habitual es hacerlo de otra forma.
ResponderBorrarUna doble reflexión a sobre lo que los números dicen y el "coraje" o "espíritu" deportivo impone. Una doble visión de cómo guiar a un equipo hacia un objetivo basado en sólidas cifras y argumentos, cuando al mismo tiempo ellas misma le abrieron las puertas a "la gran carpa" habiendo fracasado...quedar en la historia del béisbol como un novato que tuvo el potencial para ser un buen jugador y no pudo.
En efecto la mano de los guionista está muy presente y como film, únicamente muestra lo que ocurrió. Sin juicios, reflexiones, enfoques. Un estilo de hacer cine muy novelar, que en lo personal deja a los actores un peso muy fuerte. De ellos depende darle los tonos, alzas y bajas a las escenas y a la trama. The Social Network comprobó que es una forma comercial de brillas, pero en los grandes premios sólo el guionista fue reconocido.
¿Moneyball le espera el mismo destino? esperamos a ver. Lo cierto es, que este film, tal como ocurrió con The Social Network, tienen la fortaleza y debilidad en el mismo lugar: el guión. Este film pasará a la historia recordada por lo fanáticos del béisbol y algunos académico gerenciales que la recomendarán/usarán en clase con sus alumnos.