Crítica de la película 'La dama de hierro'

La dama de hierro

Una mirada a la vida de Margaret Thatcher (Meryl Streep), la ex Primera Ministro del Reino Unido, con un enfoque en el precio que pagó por el poder. 

Duración: 1 hr. 45 min.
País: Reino Unido
Director: Phyllida Lloyd
Guion: Abi Morgan
Reparto: Meryl Streep, Jim Broadbent, Anthony Head, Richard E. Grant

Crítica de la película 


Cuando vi la primera imagen de Meryl Streep como la ex-Primera ministro británica, pensé en una simple cosa: la interpretación de Streep será cercana a la perfección; y verdaderamente lo es. The Iron Lady es un biopic que trata de plasmar la vida de una mujer enigmática a través de la admiración, pero que en el largo plazo cansa nuestra atención con una trama revoloteada saturada de escenas que le restan ritmo

En realidad puedo decir que esta película no enfoca una dirección. Su trama no sabe a dónde dirigirse. En pleno desarrollo muestra la vida de Thatcher, pero solamente desde un punto de vista moral y sociopolítico, el resto lo deja en el aire. La mente maestra detrás de este film mediocre es la directora Phyllida Lloyd, esta última ya había trabajado con Streep en 'Mamma Mia!', aunque en este caso la utilización escénica de la actriz es explotada al máximo en cada una de sus escenas. 

El filme es recordado a través de flashbacks por una anciana Margaret Thatcher (Meryl Streep) en su apartamento solitario, donde la muerte de su marido parece haberla afectado a un nivel que padece alucinaciones severas sobre su persona; habla incoherencias y al mismo tiempo esos recuerdos surgen en su mente constantemente (algo así como si estuviera atrapada por su pasado). Ciertamente las políticas férreas de Thatcher fueron, en un principio, criticadas por la población británica, porque sólo trajo consigo caos y anarquía en varios sectores por la alta recesión económica, aunque en el largo plazo se acostumbraron a su mandato gracias a la victoria británica en la guerra de Las Malvinas, ganando así tres periodos consecutivos en total. 

En varios puntos se toca el tema de que el pensamiento está por encima los sentimientos y la amabilidad, lo cual puedo entenderlo a la perfección dado la excéntrica personalidad de Thatcher y los disturbios sociales que ocasionaron sus ideas. La mirada principal que se le puede apreciar diminutamente a este filme es el ascenso y determinación de una mujer que estaba decidida a seguir sus ideales en lugar de limitarse al pensamiento de otros, en este caso los hombres. Es decir, esta película es feminista porque retrata a Thatcher como un orgullo femenino en lugar de una figura política de gran trascendencia para algunos/as y una "Dama de Hierro" para otros/as. 

No puedo negar que Streep le da credibilidad a su personaje, tanto así que podemos compararla con la Thatcher real y veríamos muy pocas diferencias entre su forma de actuar y de expresarse. Además la presenta como una mujer compleja, intelectual y contradictoria que no teme en revelar sus ideales y actuar con todo el radicalismo posible en el entorno que la rodea (el ámbito político). Otro aspecto que resulta novedoso es el maquillaje excepcional que aplicaron al rostro de Streep para hacerla parecer más vieja de lo que en realidad es. Ahora comprendo por qué está nominada en ambas categorías. 

Incluso la poderosa interpretación de Meryl Streep, tan autentica como se muestre, no es suficiente para detener el hundimiento argumental de The Iron Lady, el cual desde el comienzo hasta el final nos deja cuestionando hacia dónde se dirige. Aunque en mi opinión creo que se dirige hacia una incertidumbre segura, al no cumplir con los criterios necesarios para satisfacer.


      5/10

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