En Nueva York, Brandon ha cultivado cuidadosamente su vida privada - lo que le permite satisfacer su adicción al sexo. Todo esto se ve interrumpido cuando su hermana Sissy llega sin anunciarse para una estancia indefinida.
Duración: 1 hr. 41 min.
País: Reino Unido
Director: Steve McQueen
Guion: Abi Morgan, Steve McQueen
Reparto: Michael Fassbender, Carey Mulligan
Crítica de la película
En la película de McQueen encontramos textos como la perdición y el dolor, ocultados bajo el fondo de la historia del protagonista, quien sufre al ser atormentado por la presencia de su hermana y las cosas que le rodean. Ese desorden sexual que padece Brandon (Michael Fassbender) es lo que nos motiva a seguir su travesía psicológica.
El protagonista, Brandon Sullivan (Michael Fassbender), es un neoyorquino solitario, treintañero, reservado, que sufre de un desbarajuste sexual que no puede encauzar (aunque el filme, indirectamente, nunca menciona lo que padece, McQueen, deja que el espectador se dé cuenta de lo que sucede). Vive solo en su apartamento y, siendo soltero, se regocija de una vida social activa. A veces, sale a compartir con sus colegas laborales en algunos bares. Pero su vida privada es saciada por la lujuria indomable que encierra su apetito sexual.
Cuando está tranquilo, se desespera. Cuando tiene hambre, usualmente come pornografía. La sala de su apartamento está atestada de revistas de mujeres desnudas, videos de orgías y todo tipo de aberraciones sexuales. Todo cambia el día en que su hermana, Sissy (Carey Mulligan), le hace una visita. Sissy contrasta demasiado con la personalidad de su hermano. Ella es la antítesis, aunque de cierta forma también sobrelleva un desorden mental. Al ver su rostro pálido y preocupado, nos damos cuenta de que es una maniacodepresiva.
El argumento, escrito por el guion de McQueen y Abi Morgan, no dilucida el trasfondo de la psicología de Brandon y Sissy, puesto que nos invita a descifrarlo por las acciones que toman. Ambos protagonistas pudieron haber tenido un pasado traumático que, posiblemente, haya influido en los problemas que rodean sus vidas.
Michael Fassbender, en su segunda colaboración con McQueen, se sale con las suyas una vez más con una poderosa interpretación, probablemente la más impactante de su corta carrera como actor. Penetra en la psicología de Brandon y lo convierte en un personaje complejo que requiere un estudio. Brandon está avergonzado de lo que engendra, aunque no lo exteriorice. Ya sea con prostitutas, con compañeras de trabajo o con chicas al azar de algún bar, solo las utiliza como objetos para satisfacer sus deseos personales. Su manía, su frialdad, sus impulsos, sus fallos, lo han encerrado en un enigma al tratar a los seres que lo rodean con indiferencia. Para él, las relaciones humanas no tienen sentido. Eventualmente le explica esto a una compañera de trabajo en la escena del restaurante.
Asimismo, Carey Mulligan nos estremece con otra interpretación feroz. Personifica a Sissy con una esencia depresiva que se hace sentir en la mayoría de las escenas en las que tiene algún tipo de enfrentamiento con su hermano Brandon, el cual se muestra indolente hacia su persona. Su personaje, Sissy, es solo un elemento argumental que funciona para desentonar el aura de apatía de Brandon.
El estilo provocador de McQueen establece una consistencia dramática durante una hora y media que pasa volando. En su película hay ritmo, plano secuencias y excelentes actuaciones. Es un cine sin estigma moralista que no le teme a nada para mostrar los tabúes sociales de una materia escandalosa. Podríamos verla una segunda vez.
De verdad que plasmastes todo lo que yo pensaba de la película, Fassbender fué simplemente genial en esta película , Carey siempre bordando sus personajes , y la historia era simplemente un viaje mental sobretodo del personaje principal (Brandon). Me encantó
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