La huida de dos jóvenes amantes de su pueblo natal lleva a sus familiares y amigos a salir en su búsqueda. Así, quedarán de manifiesto viejos rencores y ocultas relaciones románticas entre algunos de los personajes que participan en la búsqueda.
Duración: 1 hr. 33 min.
País: Estados Unidos
Director: Wes Anderson
Guion: Wes Anderson
Reparto: Bill Murray, Edward Norton, Bruce Willis, Frances McDormand, Tilda Swinton
Crítica de la película
Cuando se espera una nueva película de Wes Anderson uno solamente piensa en dos cosas. Primero, el colorido estilo que la caracteriza y, segundo, una serie de personajes estrambóticos dentro de una historia que se acerca a la comedia negra. Moonrise Kingdom no es la excepción, es, hasta la fecha, su trabajo más maduro y más personal.
De hecho, es una prueba más de que la mente de Wes Anderson se reta constantemente a la hora de generar ideas ingeniosas. Y probablemente no es una fábula, pero la estética que desprende el estilo visual de esta película te deja cuestionando si en realidad es. Sin mencionar el foco emocional que plasma su temática sobre la prepubertad.
Temas que enfocan la disparidad familiar son palpables en el mundo de este cineasta, especialmente cuando una serie de problemas que enfrentan uno o varios personajes cambian la vida de todos. En este caso hablamos de Sam Shakusky (Jared Gilman) y Suzy Bishop (Kara Hayward), que se fugan de su hogar por el trato que se les da en la isla de Penzance, Nueva Zelanda, en la década de los ‘60.
Estos chicos tienen habilidades considerables para su edad. Shakusky es un huérfano que forma parte de un campo de Khaki Scouts llamado "Ivanhoe". Tiene 12 años pero pinta paisajes como todo un profesional. Además es imaginativo y persuasivo. Y Suzy Bishop es una niña dotada con sagacidad poética; también es una lectora empedernida y amante de la música. Por alguna razón da la impresión de que es una niña afligida y melancolía dado que lee libros sobre depresión. Podría sonar controversial, pero ellos huyen en lo que sería una odisea romántica en una etapa prepubertad, generando así la desesperación de los pueblerinos que salen en su búsqueda.
Dichos pueblerinos son los típicos personajes pintorescos que salen del mundo de Wes Anderson. Tenemos al líder del campo de Scouts, el Scout Master Ward (Edward Norton), un hombre serio que ejerce liderazgo y en el largo plazo valentía; los padres de Suzy, Laura Bishop (Frances McDormand) y Walt Bishop (Bill Murray), ellos probablemente estén juntos pero sus acciones demuestran que es un matrimonio en decadencia; y El Capitán Sharp (Bruce Willis) -siempre policía-, es el policía del pueblo encargado de velar por la seguridad, en este caso de los pequeños fugitivos. Por cierto, en un momento determinado aparece Servicios Sociales (Tilda Swinton) -como se la conoce-, una extraña mujer que está ahí para llevarse al huérfano Shakusky.
Éste reparto estelar se las juega con interpretaciones brillantes que cada uno atribuye. Las características de los personajes interpretados son verdaderamente atractivas. Cada uno de ellos tiene atributos como la soledad, la melancolía y la desesperación, pero sólo en su interior; pues en el exterior son atributos totalmente diferentes que contrastan estos. Por cierto, si has visto varias películas de Anderson te darás cuenta de que el que siempre repite es Bill Murray, el cual ha actuado en casi todas.
Muchas de las situaciones que este film presenta detonan el humor sarcástico e inteligente en la misma forma que se muestra en "The Royal Tenenbaums", aunque menos cruda. Algunas ocurrencias entre los Scouts y Sam Shakusky dan mucha risa. Otras ocurrencias están conectadas, un ejemplo de esto es que el campo que construyen Sam y Suzy durante su aventura romántica tiene el nombre de "Moonrise Kingdom"; que es, en el buen sentido de la palabra, el título de la película.
Que no te sorprendan los colores. En este film necesitas comprender que, si Wes Anderson dirige, no hay duda alguna que habrá un estilo visual lleno de colores vibrantes y toscos. Esta fotografía es simplemente espléndida y llama mucho la atención por las variaciones de colores dentro de cada escena.
La extravagancia de Moonrise Kingdom radica en su historia romántica, orquestada por unos personajes liberales dentro de un mundo que se acerca al realismo mágico. Aunque por encima de eso, las interpretaciones son su mayor ventaja. Con su asombroso estilo fílmico ésta es de por sí una de las mejores de Wes Anderson.
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