Ficha técnica
Año: 2016
Duración: 1 hr 58 min
País: Estados Unidos
Director: Jim Jarmusch
Guion: Jim Jarmusch
Música: Carter Logan
Fotografía: Frederick Elmes
Reparto: Adam Driver, Golshifteh Farahani
Crítica de la película
Es una grata sorpresa saber que esta película, Paterson, incorpora otra buena entrada en la filmografía del aclamado director Jim Jarmusch. Este señor me ha contagiado con el dramatismo lírico con el que su estilo logra desarrollar la historia de un chofer de autobuses que escapa de su ordinaria vida para refugiarse en la poesía.
Jarmusch consigue que el argumento del joven de clase trabajadora que anhela ser poeta esté contado con una sobriedad que ofrece momentos de tristeza, de reflexión, de sueños, de metáforas… Es el poema de amor al cine tatuado como una apología al arte desde la óptica de la cotidianidad. Es una película que contiene sabiamente a sus personajes dentro de los márgenes las decisiones que se toman en la vida para seguir adelante.
Lo que más se agradece es que está muy bien contada, pues Jarmusch rechaza las usuales estructuras de conflicto dramático para capturar con mayor emoción el paulatino estado de ánimo de Paterson (Adam Driver) cuando se resguarda en la prosa poética para sentirse vivo contemplando lo que le rodea durante siete días de inspiración.
La acción se sitúa en la olvidada ciudad de Paterson, en Nueva Jersey, lugar que sirve de mención de poetas ilustres como William Carlos Williams, a quien Jarmusch le rinde homenaje con los versos que recita Paterson en su tiempo libre.
En dicha localidad, Paterson (irónicamente llamado como el pueblo) maneja un autobús en el que disfruta escuchar las conversaciones de los pasajeros, donde usualmente aparecen gemelos de todas las edades (que tienen un propósito simbólico). Es un individuo reservado, observador, tranquilo. Y, en efecto, sabe que la poesía se encuentra en las calles, por eso acaba tomando las palabras de la realidad para construir su mundo imaginativo en un diminuto cuaderno.
Cuando no se halla trabajando, Paterson se acomoda en su casa a pensar en versos poéticos al lado de Laura (Golshifteh Farahani), la optimista pareja sentimental que tiene el deseo de convertirse en cantante de música country. A veces, al terminar la jornada, camina por las oscuras vías del condado para pasear al perro. Aunque siempre sabemos lo que piensa, notamos que la sensibilidad de este hombre es la de un poeta enjaulado en una cárcel de rimas bucólicas que solo busca darle sentido a su existencia.
Paterson, estupendamente interpretado por Adam Driver, cautiva porque es el típico personaje del universo de Jarmusch. Se siente como un extranjero perdido. Un introvertido y desilusionado que, a pesar de que en el exterior le interesan los pensamientos de las personas para complementar sus poemas, en el fondo reconoce que necesita de la poesía para sobrevivir.
Por supuesto, el resto se lo dejamos a Jarmusch. En esta película su sello estético está presente en cualquier escena en la que interviene Paterson; como la atmósfera urbana contemplativa, equilibrada con una dosis de humor seco y de escenas melancólicas. También entrega unos cuantos guiños al cine clásico con películas como “Island of Lost Souls”, las múltiples referencias de la música y el anticipado intercambio cultural con el poeta japonés interpretado por Masatoshi Nagase.
No podíamos esperar menos de uno de los pilares del cine independiente norteamericano que ha realizado películas como Down by Law, Broken Flowers y Only Lovers Left Alive. Su nueva propuesta minimalista es un drama sensitivo, lacónico y profundamente bello que nos ha hecho soñar. Es como si cada plano fuera un poema dedicado a la sutileza del séptimo arte y a los pequeños detalles de las cosas sencillas.
7/10
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