Ficha técnica
Año: 2018
Duración: 2 hr 29 min
País: Estados Unidos
Director: Anthony Russo, Joe Russo
Guion: Christopher Markus, Stephen McFeely
Música: Alan Silvestri
Fotografía: Trent Opaloch
Reparto: Robert Downey Jr., Chris Hemsworth, Benedict Cumberbatch, Chris Evans, Mark Ruffalo, Scarlett Johansson, Chris Pratt, Tom Holland, Josh Brolin,
Crítica de la película
Han pasado diez largos años desde que el universo cinematográfico de Marvel (abreviado en inglés como MCU) comenzó a presentar en el cine algunos de los superhéroes creados por Stan Lee y Jack Kirby. En el trayecto, las películas, bajo la tutela del productor Kevin Feige, han conseguido una popularidad masiva y una recaudación billonaria en la taquilla mundial, gracias a unos fanáticos que corren despavoridos como ganado para poder ver los filmes. Las películas producidas por el estudio resultan entretenidas porque patentan una fórmula recurrente: tres actos sencillos, superhéroes buscando sus propias identidades en medio del deber, antagonistas desechables que desean acabar con el mundo y contiendas climáticas con mucha pirotecnia. Como era de esperarse, tarde o temprano llegaría el cambio de planes.
La permuta ha llegado con la nueva entrega de Los Vengadores, Avengers: Infinity Wars, que bien puede ser concebida como el nuevo testamento del MCU, el antes y después, porque, aparentemente, arranca con la fórmula para desviarse por direcciones insospechadas cuando el repertorio más grande de superhéroes decide enfrentarse a Thanos, el tirano intergaláctico que anhela las Gemas del Infinito. Esto logra que la película, aunque es bastante larga para el conflicto que expone, equilibre correctamente la acción y el humor, el paralelismo de los superhéroes y el engranaje de los tres actos para que el efectismo sea sorpresivo, lóbrego y, sobre todo, muy entretenido cuando los héroes pelean con el Titán Loco, Thanos. En esta cinta, irónicamente, el villano es el protagonista absoluto.
La motivación de Thanos, interpretado bestialmente por Josh Brolin a través de captura en movimiento, se sustenta en la inagotable búsqueda de las Gemas del Infinito con el fin de balancear la vida en un universo sobrepoblado, es lo único que anhela. Su nombre hace referencia al término griego, “thánatos”, que significa muerte y, también, de Tánatos, el dios griego de la muerte sin violencia. Su apariencia es la de un gigante musculoso de tez púrpura, de cabeza rapada, con una cicatriz en el lado derecho de su rostro que atavía un pasado de varias batallas y conquistas. Aunque a veces reflexiona sobre sus ambiciones y muestra signos de compasión, utiliza su incomparable poder para erradicar a quien sea que se interponga con su idea genocida.
Como el argumento cuenta con un puñado estelar de superhéroes, posiblemente el más monumental hasta la fecha, la narrativa recurre a una densa capa de situaciones paralelas y de tiempos alternos para que cada vengador tenga un tiempo específico para lucirse. Las acciones de cada uno están conectadas y se intercambian cuando tratan de frenar que Thanos, pero siempre respetando el debido equilibrio de cohesión que impide que la reincidencia de ir de aquí para allá oscurezca el ritmo de la trama.
Los hermanos Russo no acomodan el desarrollo de los personajes porque previamente han sido introducidos durante 18 películas, pero colocan las piezas de modo que los que ya están son cautivantes por lo que dicen y las cosas que hacen. Sus personalidades le aportan momentos de acción y comedia a la narración. Hay choques de egos, burlas mordaces, secuencias de lucha. Me emociona ver escenas en las que prevalece el ingenioso Iron Man/Tony Stark (Robert Downey Jr.), el intrépido Peter Parker/Spider-Man (Tom Holland), los hilarantes Guardianes de la Galaxia y el místico Stephen Strange/Doctor Strange (Benedict Cumberbatch), hechicero que tiene uno de los roles más importantes en toda la película.
Imagino que la exposición del enfrentamiento sirve para ocultar la predictibilidad de una trama que está consciente de sus subterfugios, pero eso me importa poco por la manera tan trepidante en la que está contada. Ha sido ejecutada con pulsación y unos efectos visuales espectaculares. La película me ha dejado con todas las ganas de ver “Avengers 4”, me ha hecho reír y me ha puesto a pensar en las infinitas posibilidades del mundillo de Marvel y las historias que todavía faltan por contar. Ahora, finalmente, ha comenzado la era de Thanos.
7/10
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