Crónica negra (1972)

Sinopsis: Un grupo de ladrones roba los fondos que una rica heredera tiene depositados en un banco. Pero, durante el atraco, uno de ellos resulta herido. El cabecilla de la banda debe enfrentarse al comisario Coleman, que es uno de sus mejores amigos.

Ficha técnica
Título original: Un flic
Año: 1972
Duración: 1 hr 38 min
País: Francia
Director: Jean-Pierre Melville
Guion: Jean-Pierre Melville
Música: Michael Colombier
Fotografía: Walter Wottitz
Reparto:  Alain Delon, Richard Crenna, Catherine Deneuve,
Calificación: 7/10

Crítica breve de la película


'Crónica negra', la última película de Melville, no está a la altura de sus mejores obras como El confidente, El samurái y El círculo rojo, pero a mi parecer su trama de policías y ladrones es tan escueta que disfruto cada minuto de su puesta en escena. La protagoniza Alain Delon, haciendo esta vez de inspector. Le acompaña también Richard Crenna en un rol secundario como el bandido profesional. Ambos representan los bandos de la ley que colisionan. La historia narra las labores de Edouard Coleman, un policía de París con un sentido de deducción agudo, cansado de llevar una vida entera investigando crímenes violentos que no paran de entrar en su oficina. Paralelo al quehacer investigativo de Coleman, un grupo de maleantes roba un banco, pero durante el atraco uno de ellos resulta herido de bala. Coleman inicia la investigación para atraparlos, aunque desconoce que el cabecilla de la banda, Simón, es su amigo, dueño del club nocturno que siempre visita y novio de Cathy, la bella rubia con la que mantiene un romance. La narrativa emplea los mecanismos usuales del neo-noir a la hora de describir la odisea del policía que intenta atrapar al ladrón, aunque la estética de Melville consigue un estilismo que hace que el relato sea contagioso. Hay atmósferas urbanas, música de jazz, gabardinas, mujeres fatales, silencios, miradas, tiroteos, hurtos sofisticados, intriga fatalista. Ejecuta mucho el primer plano, el campo-contracampo, picado-contrapicado y los planos subjetivos para amplificar las intenciones, las sospechas y las emociones intrínsecas de los personajes. Las actuaciones son sobrias, destacándose Delon como el oficial perspicaz, Crenna como el maleante inescrupuloso y Catherine Deneuve como la amante fatal. La secuencia del robo del banco es bien tensa, así como la magistral secuencia de casi 20 minutos del hurto en el tren. Debajo de la simpleza, veo una sólida película policial sobre el significado ambiguo de la traición y el deber moral. 



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