Llevándome de las recomendaciones de algunos y de la irremediable algarabía de gente que consume lo que sea que le ponga Netflix en la mesa, me puse a ver 'El hoyo', la película española de ciencia ficción y suspenso que dirige Galder Gaztelu-Urrutia, en su debut como director. Creo que tiene un concepto aceptable, ejecutado con una puesta en escena minimalista que funciona para evocar metáforas sobre la desigualdad, la lucha de clases y la insolidaridad. Pero me parece abismalmente redundante, aburrida, hasta el punto en que me da pereza digerir la hora y media que se hace tan eterna como la plataforma que sube y baja. Los personajes que se pasean por esos niveles carecen de desarrollo, están delineados con la única intención de compensar la alegoría política. El protagonista es Goreng, un hombre que se despierta en una cárcel marcada con el número 48 y donde comparte el confinamiento con el señor Trimagasi, el cual le explica que se encuentra en una especie de torre y la única forma de sobrevivir en cada nivel es comiendo las sobras de los alimentos que se entregan en una plataforma que se traslada desde arriba hacia abajo a través de un hueco que pasa por el medio de la habitación. Lo que sigue, como dice el viejo, es demasiado obvio. Debajo de la distopía se halla una observación de una sociedad encerrada en la pirámide del capitalismo que desecha su condición humana. La actuación de Iván Massagué no consigue cautivarme como el santo elegido para condenar a los demonios canibalistas; prefiero la de Zorion Eguileor como el siniestro anciano con el cuchillo. Es acertado el uso de la iluminación para acentuar los claroscuros y los delirios psicológicos, así como la claustrofóbica locación. No recuerdo si tiene música. El resto me resulta tan desechable como la comida que tiro al zafacón.
Streaming en:
Calificación: 5/10
0 comments:
Publicar un comentario