Crítica breve de 'El día que paralizaron la Tierra' (1951)

El día que la Tierra se detuvo
No sé si es por mi entusiasmo por el cine de ciencia-ficción, pero me invade una tensión implacable cuando miro el encuentro cercano del tercer tipo que presenta El día que paralizaron la Tierra, de Robert Wise. A decir verdad, tenía muchos años esperando para verla, porque por cosas de la vida solo recordaba algunos fragmentos que veía cuando no había internet y la televisión por cable era la moda, pero finalmente lo he podido lograr con una edición restaurada que de inmediato me hace pensar que se trata de una de las mejores películas de ciencia-ficción que he visto, construida con unos efectos especiales ambiciosos, una banda sonora espeluznante y una poderosa metáfora sobre el pacifismo y las contradicciones morales de una sociedad al borde de la autodestrucción. Su parábola es tan vigente como nunca. El guión lo firma Edmund H. North, basado en el cuento de ciencia ficción de 1940 Farewell to the Master, de Harry Bates. Se ambienta en los años 50, durante las primeras etapas de la carrera armamentista nuclear de la Guerra Fría, y narra la llegada a la Tierra de un objeto volador no identificado (OVNI), detectado por las fuerzas del ejército y por millones de personas de todo el mundo que se enteran por la radio y la televisión. Cuando el platillo volador aterriza en un parque, el pánico se desata entre unos ciudadanos que piensan que se trata del fin del mundo. Los soldados rodean la nave, apuntando con tanques de guerra y con todo tipo de armas. La puerta del platillo se abre automáticamente y del interior sale Klaatu, un alienígena de aspecto humanoide vestido con un traje espacial metálico que anda acompañado por Gort, un robot gigantesco que inmediatamente dispara un rayo láser de su ojo hacia las armas de los uniformados que le apuntan, como consecuencia de que un soldado le dispara accidentalmente a Klaatu. La trama mantiene una cohesión y un ritmo muy placentero cuando coloca al protagonista en la misión suicida de llevar un mensaje a los líderes del mundo, de una especie primitiva que está condenada a vivir entre guerras y divisiones políticas que ralentizan el progreso. A mi parecer es muy entretenido ver al alíen con la sabiduría y el conocimiento científico tan infinito como el universo, luchando contra la irracionalidad de la raza humana, entablando amistad con un niño que le ayuda a comprender el comportamiento humano, huyendo junto a la madre del chiquillo para cumplir su objetivo. Klaatu está sólidamente interpretado por Michael Rennie, y me transmite sensaciones con el lenguaje corporal, los diálogos irónicos y el rostro inexpresivo que verdaderamente me hace creer que es un extraterrestre en el cuerpo de un hombre. Hay un buen rol secundario de Patricia Neal como la madre despavorida y desconfiada que salva el mundo de la aniquilación. El diseño futurista de la nave, tanto en el exterior como en el interior, es sencillamente ingenioso, al igual que el robótico traje pesado de Gort que ocupa Lock Martin. La música de Bernard Hermann, compuesta por instrumentos electrónicos como el theremin que evocan a Scriabin, es fascinante y amplifica en todo momento la dimensión de misterio y de suspenso del problema central. Quizá lo más intrigante es que Wise retrata a Klaatu como un héroe y a los humanos como unos villanos con el fin, supongo, de emitir un discurso pacifista que señala, una y otra vez, no solo las consecuencias nefastas de la era atómica y las políticas de la Guerra Fría, sino, además, la imposibilidad de un mesías que unifique las barreras limítrofes que obstruyen la esperanza entre los seres humanos. Su resultado es tan redondo como un platillo volador a plena luz del día. Es una película indudablemente brillante.

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Ficha técnica 
Título original: The Day the Earth Stood Still 
Año: 1951
Duración:  1 hr 32 min
País: Estados Unidos
Director: Robert Wise
Guion: Edmund H. North
Música: Bernard Herrmann
Fotografía: Leo Tover
Reparto: Michael Rennie, Patricia Neal, Hugh Marlowe, Sam Jaffe,
Calificación: 8/10

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