La piel suave me parece una película de Truffaut bastante aterrizada y poética sobre el adulterio y los dilemas matrimoniales, aunque no sé si me atreva a catalogarla como una de sus obras mayúsculas. Según me cuentan, esta película, rodada por Truffaut tras
Los 400 golpes,
Disparen sobre el pianista y
Jules y Jim, fue abucheada durante su estreno en el festival de cine de Cannes y tuvo un desempeño paupérrimo en la taquilla francesa. Por suerte, el tiempo pone las cosas en su lugar. Su drama es bastante interesante cuando retrata la historia de un escritor aburguesado que vive en un apartamento lujoso con su esposa y su hija de diez años y que, durante un viaje hacia Lisboa para dar una conferencia, establece una apasionada relación con la bella azafata que conoce en un vuelo. La química entre Jean Desailly y Françoise Dorléac se desarrolla con naturalidad cuando ilustran las miradas y el lenguaje corporal de la pareja de infieles. Desailly me resulta creíble interpretando al escritor indeciso atrapado en el torbellino de la obsesión y las infidelidades. Y Dorléac le imprime autenticidad a la azafata coqueta que desea llenar un vacío afectivo. Con una amplia economía de recursos audiovisuales, Truffaut captura la vida de ese escritor adúltero que cae rendido ante los placeres de la carne delicada para olvidarse del matrimonio rutinario que lo mantiene alejado de la esposa histérica y recuperar el regocijo que se hallaba apagado con la hermosa azafata. Pero a través de sutiles golpes de efecto, le añade cierta complejidad a la superficie del personaje cuando revela su naturaleza egoísta, insegura y obsesiva que poco a poco destruye su vida personal y resquebraja las dudas que tiene sobre sus sentimientos, tanto como esposo y como amante. Encuadra en diversas ocasiones la mirada de las cosas que inquietan al escritor infiel empleando el plano subjetivo, y su cámara en manos de Raoul Coutard se desplaza fluidamente en la puesta en escena con el encuadre móvil, fotografiando con cierta belleza y realismo las calles de París, Reims y Lisboa. Asimismo, me agrada la manera en que utiliza la música diegética y la banda sonora de Georges Delerue para dimensionar las emociones como la alegría, la vergüenza y el enfado de los dos amantes. Su drama es sobrio, algo melodramático, rodado con una estética solvente que preserva su ritmo durante dos horas espléndidas que terminan de una manera impactante e inesperada.
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Ficha técnicaTítulo original: The Soft Skin (La peau douce)Año: 1964
Duración: 1 hr 57 min
País: Francia
Director: François Truffaut
Guion: François Truffaut, Jean-Louis Richard
Música: Georges Delerue
Fotografía: Raoul Coutard
Reparto: Jean Desailly, Françoise Dorléac, Nelly Benedetti, Daniel Ceccaldi,
Calificación: 7/10
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