El segundo largometraje del director colombiano Ciro Guerra, titulado poéticamente
Los viajes del viento, supone para mí un drama bastante placentero y parsimonioso sobre el tradicionalismo cultural de la música del vallenato. Si no me equivoco es una de las pocas que he visto en examinar dicho género musical autóctono del folclore colombiano. Al igual que esa sobria ópera prima titulada
La sombra del caminante, Guerra presenta la travesía de dos individuos manchados por un pasado grisáceo, pero su poética del viaje aquí comienza a esbozar los semblantes estéticos que definirían su estilo más adelante cuando encuadra paisajes de gran factura visual que sirven como antesala para narrar un cuento emotivo y costumbrista sobre la culpa paternal y las tradiciones musicales. Su protagonista es Ignacio Carrillo, un juglar de vallenato que se gana la vida viajando por los pueblos del norte de Colombia para tocar canciones folclóricas con un acordeón que pertenecía al diablo, pero que, un día, tras la muerte de su última esposa, decide dejar de tocar el instrumento maldito e inicia un largo viaje montado en el lomo de un burro para devolver el acordeón a su dueño legítimo, mientras extrañamente es seguido por Fermín, un adolescente que toca la caja vallenata que anhela convertirse en su aprendiz. Siguiendo las convenciones de la película de carretera, Guerra muestra con simplicidad la simbiosis que se desarrolla entre el viejo nómada y el joven seguidor, revelando un pasado agridulce por medio de los diálogos intimistas y el relato no iconógeno, capturando panorámicas espléndidas que a modo costumbrista encuadran las idiosincrasias de los campesinos colombianos y la música típica de las comunidades rurales por las que caminan los personajes. Hay silencios parsimoniosos, duelos simbólicos de acordeón, rituales indígenas, riñas a machetazos entre familias, pueblos coloniales, caminatas por el desierto. Además del panorama bucólico, me resulta bastante agradable las melodías de la música diegética que salen del acordeón y que metaforizan, con cada una de sus letras, cuestiones relacionadas a la soledad, la culpa y la tragedia que azota a los personajes fuera de campo. La secuencia en la que Guerra simboliza la leyenda de Francisco el Hombre con el duelo de acordeón es casi antológica. Lo más interesante, quizás, es la manera en que la mirada antropológica de Guerra muestra la diversidad musical como el único instrumento que puede sanar las heridas del pasado y, en cierta medida, unificar a la gente.
Ficha técnicaTítulo original: Los viajes del vientoAño: 2009
Duración: 1 hr 57 min
País: Colombia
Director: Ciro Guerra
Guion: Ciro Guerra
Música: Iván Ocampo
Fotografía: Iván Ocampo
Reparto: Marciano Martínez, Yull Núñez, Agustín Nieves, Jose Luis Torres,
Calificación: 7/10
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