A mí me parece hasta insultante que una película como
El gusto de los otros tenga una aclamación casi unánime (en su tiempo ganó el premio César a mejor película), sobre todo porque lo único que logro encontrar durante su visionado es esa terrible sensación de vergüenza ajena. Creo haber visto otra cosa. La ópera prima de Agnès Jaoui es una comedia romántica francesa bastante patética que se toma cerca de dos horas para hablar, de la forma más aburrida posible, sobre las trampas del desamor y los enredos sentimentales, poblada por un cóctel de personajes infinitamente insulsos y un argumento que parece la sumatoria de encuentros aleatorios inclinados a la rutina. La trama me relata la existencia de un empresario que, andando en su carro al lado de su esposa y sus dos guardaespaldas para todas partes, conoce a una actriz de teatro que también es profesora de inglés, de la que se obsesiona día y noche y hace lo posible para conquistarla asistiendo tanto al teatro como a las clases de idioma para verla. Paralelamente a esto, también se muestra la insatisfacción de la esposa del empresario y el triángulo amoroso entre el guardaespaldas con el pasado, la camarera del bar amiga de la actriz teatral y el inseguro chófer. Con cierta teatralidad en su puesta en escena, Jaoui presenta las situaciones en clave de coral de todos esos personajes, con un humor vacío y sin gracia, amparándose en unos diálogos superfluos que revelan los dilemas de los amores no correspondidos y las barreras socioculturales de la posmodernidad que separan la incompatibilidad de caracteres, como si se tratara de una versión actualizada
Bérénice de Racine, la cual se subraya de manera recóndita. Me temo que no hay nada sorpresivo en su propuesta de cruces amorosos y relaciones efímeras. Todo se reduce a la zona de confort de repetir las mismas reuniones ridículas en los bares, en el teatro o en la empresa, donde no pasa nada sustancioso y la exposición se encarga de capturar a personajes de una sola dimensión que solo cumplen con una cuota de descripción en unas situaciones de sosería limítrofe. El tono arrítmico con el que se narran los episodios inconexos tiene efectos somníferos sobre mí y se me hacen eternamente largos. Los actores me resultan insufribles. No me parece otra cosa que una película aburridísima, agónica, con pretensiones de cine de autor rancio de segunda mano.
Ficha técnicaTítulo original: The Taste of Others (Le goût des autres)
Año: 2000
Duración: 1 hr 52 min
País: Francia
Director: Agnès Jaoui
Guion: Agnès Jaoui, Jean-Pierre Bacri
Música: Jean-Charles Jarrell
Fotografía: Laurent Dailland
Reparto: Anne Alvaro, Jean-Pierre Bacri, Alain Chabat, Agnès Jaoui,
Calificación: 3/10
Soy asidua al cine, y el francés es mi debilidad. Soy bastante crítica y en realidad a través de los años he aprendido que lo más importante es si gusta o no gusta. La ví en el cine, y en masa la gente llorando de la risa. Para mi es una comedia, y pocas veces me he reído tanto con una película. He leído a muchos críticos de cine, y francamente tu columna de esta película no la comparto en absoluto, es una descripción más que una crítica profunda con pésimo lenguaje y lo peor, destructiva y mal escrita. Para mi, es una excelente comedia, que no pretende más que eso, mostrar situaciones que en la vida misma son patéticas y que sí son una vergüenza, y que si generan risa. Lo más importante es la reacción del público. Saludos desde Chile.
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