Limonada, ópera prima en solitario de la directora rumana Ioana Uricaru, es un drama emotivo que señala, desde un enfoque sociopolítico y con un tratamiento sobrio, los costados grisáceos de la condición de los inmigrantes que buscan el sueño americano más fullero. El guión, escrito por Uricaru y Tatiana Ionascu, relata la historia de Mara, una enfermera rumana que se ha casado con un hombre norteamericano al que tuvo como paciente de diálisis y espera, con cierta esperanza, la obtención de esa tarjeta tan verde como el limón que le va a permitir ser residente estadunidense. A un ritmo parsimonioso y sin golpes facilones que huelan a tremendismo o señalamientos morales, la trama evoca sobre mí cierta tensión que me obliga a quedarme para ver a Mara en el epicentro de la desgracia migratoria ocasionada por varias situaciones incómodas, sobre todo cuando la dignidad de ella se desmorona al enfrentar el acoso sexual y el abuso de poder de un agente migratorio chantajista que la obliga a que lo masturbe a cambio de no revelar las mentiras sobre su estatus migratorio, las responsabilidades maternas de cuidar a su pequeño hijo recién llegado al país, la imposibilidad de tener una casa para vivir a un precio decente, la violencia doméstica del marido machista dializado con disfunción eréctil, la xenofobia, la incertidumbre de ser deportada a Rumanía para regresar a su antigua vida. La gestualidad contenida de Mălina Manovici consigue que su actuación sea muy orgánica para comunicar el dolor de Mara con la mirada y los silencios. Uricaru evita el patetismo innecesario en su puesta en escena y encuadra la tragedia de la protagonista con un tono desasosegante que emplea, por momentos, esa estética minimalista que ya es un sello registrado de la Nueva ola rumana, habitualmente con planos fijos de larga duración que capturan la soledad y la desesperación de la inmigrante, la cámara en mano, el uso del color rojo colocado milimétricamente en cada cuadro para subrayar el peligro inminente y, muy a menudo, la elipsis gestada por el fuera de campo que ostenta el lado sucio de los actos violentos. Su discurso, en clave de denuncia social, presenta a la mujer como la víctima migratoria que intenta salir de una encrucijada ético-moral frente a un sistema corrompido por los hombres que venden el bienestar como un anuncio publicitario, pero al menos lo blanquea con un desenlace algo optimista que parece funcionar adecuadamente para ilustrar su oportunidad.
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Ficha técnicaTítulo original: Lemonade (Luna de miere)
Año: 2018
Duración: 1 hr 24 min
País: Rumanía
Director: Ioana Uricaru
Guion: Ioana Uricaru, Tatiana Ionascu
Música: Olivier Alary
Fotografía: Friede Clausz
Reparto: Mălina Manovici, Steve Bacic, Dylan Smith,
Calificación: 7/10
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