Tras el visionado de
Todo sobre los Ricardo, no tengo la menor duda de que se trata de la película más inane que ha dirigido Aaron Sorkin en su corta carrera como director. Su biopic tiene escenas más o menos decentes que se esclarecen con una estupenda actuación de Nicole Kidman como Lucille Ball, pero a ratos tengo la sensación de que su estructura episódica pierde el norte al transitar por los mismos círculos discursivos al servicio del feminismo y la discriminación teñida de persecución política. Su argumento está estructurado a través de tres capas: las entrevistas a modo de documental de tres escritores de la sitcom
I Love Lucy, los preparativos para una grabación en vivo en 1953 y los recuerdos matrimoniales de Lucille Ball y su esposo Desi Arnaz. A través de ellos, la trama presenta un pedazo de la vida de Lucille Ball, una actriz del cine clásico de Hollywood que ha alcanzado el estrellato obteniendo pequeños papeles en producciones de bajo presupuesto que terminan garantizándole el apodo de la "Reina de las películas B", en los tiempos en que atraviesa una crisis matrimonial con el carismático cantante y productor de origen cubano Desi Arnaz y lucha secretamente por el control creativo de la popular serie de TV de los 50 para desmontar el rol cotidiano de la mujer establecido por las rígidas normas conservadoras de la cadena de televisión CBS, mientras una cacería de brujas es iniciada en su contra por el Comité de Actividades Antiestadounidenses al sospecharse de que es simpatizante del comunismo. Como es habitual, Sorkin emplea la analepsis, los diálogos extensos y ocasionalmente el montaje paralelo para describir las circunstancias que rodean a esa comediante estelar de la televisión de los cincuenta, pero el trato rutinario le resta potencial dramático al desarrollo de los personajes centrales y todo se reduce a las discusiones banales de la pareja sobre el embarazo anunciado, los choques con los ejecutivos, los conflictos creativos que sostiene a puerta cerrada con los guionistas en las lecturas de mesa de guión antes de los ensayos para imponer su visión feminizada en contra de los clichés que caricaturizan a la mujer cotidiana. Nunca sale de esa zona de confort. A pesar de todo, consigue una auténtica reproducción de la época que incluye, dicho sea de paso, unas cuantas escenas nocturnas en los interiores de Ciro's. También una interpretación agradable de Kidman, quien asistida por un maquillaje riguroso, emplea sus gestos y su expresividad para comunicar de manera convincente la determinación de una mujer que intenta independizarse del estigma de la industria del cine. Ella desarrolla cierta química en pantalla con Javier Bardem, quien asimismo anda bien maquillado para capturar las inquietudes de ese productor poderoso de origen cubano que lidia contra las presiones de la industria secretamente xenófoba y los políticos prejuiciosos que cazan brujas, en una actuación secundaria algo aceptable. Solo eso, digamos, impide que la propuesta sea más plana de la cuenta.
Ficha técnicaTítulo original: Being the Ricardos
Año: 2021
Duración: 2 hr 12 min
País: Estados Unidos
Director: Aaron Sorkin
Guion: Aaron Sorkin
Música: Daniel Pemberton
Fotografía: Jeff Cronenweth
Reparto: Nicole Kidman, Javier Bardem, J.K. Simmons, Nina Arianda,
Calificación: 5/10
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