En medio de la algarabía de tendencias sobre las películas nominadas a los Oscars, me pongo al día con lista de las faltantes viendo a
CODA, de la directora Siân Heder, una especie de remake de la película francesa
La familia Bélier. Durante casi dos horas permanezco en un estado de impavidez, con los ojos completamente secos y sin ningún tipo de reacción emocional que me toque el corazón. Entiendo que la propuesta de Heder tiene un toque bienintencionado cuando abraza las contrariedades de una familia de sordos, pero a ratos tengo la sensación de que su comedia dramática se hunde en el mar de las fórmulas previsibles de mayoría edad, donde todo termina en el final feliz de la superación personal, en esta ocasión para personas discapacitadas. El título CODA (siglas en inglés de Child of Deaf Adults) describe de antemano el argumento que trata sobre una hija de padres sordos. La protagonista es Ruby, una adolescente que pone a un lado sus sueños de ser cantante para atender, como único miembro oyente de su familia, las duras responsabilidades que le tocan al servir como traductora a sus padres y su hermano, en el seno de una familia compuesta mayormente por sordomudos que dirige un pequeño negocio pesquero en su bote. Por un lado, Heder explora el difícil camino hacia la madurez de esa joven con talento para el canto que sacrifica su independencia y las quimeras personales para ser el enlace de comunicación entre sus padres y el mundo oyente a través del lenguaje de señas más estandarizado, mientras recibe el típico bullying en la escuela y descubre el primer amor con un chico que canta al igual que ella en las clases del profe de música mexicano. Por la otra, ilustra la manera en que las familias de sordos deben lidiar con la aparente falta de oportunidades que existe para los discapacitados; presentado a través del padre, la madre y el hermano mayor de Ruby cuando administran el negocio de la pesca, reciben un trato discriminatorio de los lugareños prejuiciosos y se rebelan ante los peces gordos del sindicato de pescadores que le arrebatan un gran porcentaje de las ganancias. Desafortunadamente, en ninguno de los dos episodios me veo conmovido porque, en efecto, percibo una condescendencia en la que todos los problemas de la familia sorda se construyen de una forma esquemática, adornada además con unos cuantos clichés que mantienen las acciones de los personajes en la superficie para que el trato siga al pie de la letra las situaciones acomodaticias que son habituales en los
crowdpleaser de mayoría edad: adolescente que decide entre el vínculo familiar y el futuro brillante con aroma a final feliz de Sundance. Desde luego, tiene unos cuantos instantes fugaces cerca del tercer acto, y me causa cierta impresión la actuación notable de Troy Kotsur como el padre sordo que entre señas y gestos se sacrifica para sacar a su familia de la precariedad económica. Pero no deja de parecerme convencional.
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Ficha técnica
Título original: CODA
Año: 2021
Duración: 1 hr 51 min
País: Estados Unidos
Director: Sian Heder
Guion: Sian Heder
Música: Marius De Vries
Fotografía: Paula Huidobro
Reparto: Emilia Jones, Troy Kotsur, Marlee Matlin, Daniel Durant,
Calificación: 6/10
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