Crítica breve de 'El gran robo' (1949)

Escudriñando el catálogo de obras baratas de la RKO me topo durante una hora y cuarto con El gran robo, una película de cine negro bastante temprana de la filmografía de Don Siegel. Fue la tercera de Siegel como director. También es notable por reunir a Robert Mitchum y a Jane Greer tras la magnífica Retorno al pasado (1947), estrenada dos años antes. Mi ingenuidad me hizo pensar que encontraría algo similar en cuanto a complejidad y maestría, pero ni remotamente se le acerca. Como cine negro policial tiene un arranque más o menos trepidante que se compone de persecuciones y tiroteos, pero atraviesa carreteras regulares que la mantienen en un terreno fácilmente predecible. Se sitúa en México y relata la historia de Duke Halliday, un teniente del ejército acusado de robar los 300 mil dólares del dinero que custodiaba correspondiente a la nómina de la institución, obligado a huir hasta Vera Cruz para hallar al gánster culpable que responde al nombre de Jim Fiske, mientras es perseguido por un capitán algo torpe y conoce a una mujer que también ha sido timada por el mismo individuo. Siegel me cuenta el barullo de la pareja conjuntando el cine negro policial con la road movie más convencional de serie B, en locaciones mexicanas auténticas, con diálogos ágiles que sirven para describir un atisbo del pasado de los personajes con ironía calculada; y, por supuesto, con algunas secuencias de acción que incluyen peleas en los interiores de hoteles o a plena luz del día, tiroteos anticipados que no tienen tanta potencia y unas cuantas persecuciones por las carreteras mexicanas de las zonas más rurales que evocan cierta intriga. Pero no le pone mucho empeño. El desarrollo de personajes me parece superficial porque solo responde a los clichés habituales del género, a pesar de que en ocasiones se aligera sus problemas con un poco de humor en situaciones ridículas provocadas por los policías de William Bendix y Ramon Novarro. Sospecho que todo es demasiado desdibujado cuando el policía fuerte y poco vulnerable acaba con los malos sin dificultad para quedarse con la mujer fatal por la que casi recibe unos cuantos disparos en la autopista. Llega un momento en el que el dinero robado pasa a ser un MacGuffin innecesario. A pesar de todo, Mitchum me cae bien cuando interpreta con mucho carisma al detective duro y cínico de mirada cansada que persigue rateros hasta el fin del mundo. Por igual Greer como la mujer atrevida que a veces hace de adorno floral. La química entre Mitchum y Greer, aunque no se encuentre al nivel de la cinta de Tourneur, consigue agradarme cuando coquetean en el coche con mentiras inofensivas y unos coloquios de doble sentido que anuncian el compromiso típico de final feliz. Ellos se mueven a prisa de norte a sur, estacionándose en lugares conocidos, pero el combustible de su coche se agota a medio camino.  

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Ficha técnica
Título original: The Big Steal
Año: 1949
Duración: 1 hr 16 min
País: Estados Unidos
Director: Don Siegel
Guion: Daniel Mainwaring, Gerald Drayson Adams
Música: Leigh Harline
Fotografía: Harry J. Wild
Reparto: Robert Mitchum, Jane Greer, William Bendix, Ramon Novarro,
Calificación: 6/10