Crítica breve de 'Peligro a fondo' (1943)

Peligro a fondo es una de esas películas rodadas por la Warner Bros. en pleno apogeo de la Segunda Guerra Mundial para capitalizar el éxito arrollador que tuvieron con Casablanca un año antes. Es precisamente por esa razón que sigue el modelo habitual de propaganda aliada que en Hollywood venía enlatado en el formato de thriller de espionaje sobre nazis malévolos, donde usualmente el protagonista es un hombre común y corriente que se ve envuelto en una conspiración de nazis para convertirse en un héroe de la noche a la mañana acabando con los alemanes inmorales. Tras haberla visto, no sé si me atrevo a decir que es una de las entretenidas de este tipo de cine, porque a decir verdad durante gran parte de su pesado metraje no dejo de pensar que se trata de un thriller de espías fatigoso y aburrido de Raoul Walsh que carece de cualquier rastro de intriga. Basada en la novela de Eric Ambler, se sitúa en la Turquía políticamente neutral durante la Segunda Guerra Mundial, donde narra la contrariedad en la que se involucra al norteamericano Joe Barton, un empresario estacionado en la ciudad de Ankara cuya vida se viene abajo cuando en los interiores de un tren conoce a una mujer perseguida por los nazis y los rusos que tiene un sobre con una información clasificada. Con un ritmo atropellado que sufre de contar muchas cosas en poco tiempo, planos que sin justificación alguna duran una eternidad en un metraje de tan solo una hora y veinte minutos, Walsh cuenta los parapetos que se le imponen al protagonista cuando huye con el MacGuffin contenido en el sobre, de los agentes nazis manipulados por un gordinflón perverso y, además, de dos agentes rusos que también se unen a la cacería. En su trama nunca faltan las locaciones exóticas, los tiroteos, los atentados con fines políticos, las persecuciones en coches por las carreteras oscuras y las conversaciones de los villanos nazis caricaturizados que por cuestiones políticas están condenados a fracasar. Pero la acción no llega hasta mis días y me asalta la sensación de que le falta un poco de brío a su trama de espionaje. No hay grandes giros. Todo me resulta previsible cuando Walsh emplea ocasionalmente el contrapicado o el primer plano para revelar las intenciones más obvias de los personajes. A pesar de todo tolero sin problemas el rol aceptable de George Raft, quien en su primer gran papel para la Warner asume su protagonismo con carácter como el empresario con carnet de espía que sigue al pie de la letra el manual de la ética y la moral impartida en la casa del tío Sam, aunque todo le salga bien para garantizar el éxito de taquilla. De lo demás me olvido rápido, incluyendo las actuaciones planas de Brenda Marshall y Peter Lorre, así como la de Sydney Greenstreet como ese criminal nazi acartonado.

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Ficha técnica
Título original: Background to Danger
Año: 1943
Duración: 1 hr 19 min
País: Estados Unidos
Director: Raoul Walsh
Guion: W.R. Burnett
Música: Friedrich Hollaender
Fotografía: Tony Gaudio
Reparto: George Raft, Brenda Marshall, Sydney Greenstreet, Peter Lorre,
Calificación: 5/10