Crítica breve de '¿Por qué no te mueres?' (2018)

¿Por qué no te mueres?
Tenía unos meses sin reírme tanto con una comedia negra como lo hago con ¿Por qué no te mueres?, la ópera prima del joven director ruso de tan solo 32 años llamado Kirill Sokolov. A juzgar por su edad, esta película demuestra que tiene un dominio prodigioso para la puesta en escena, a pesar de que transita por los terrenos habituales de la mezcolanza de géneros que, por momentos, saca marcadas influencias de la poética del cine de Boyle, Ritchie y, sobre todo, Tarantino. Con eso sobre la mesa, Sokolov elabora una comedia negra bastante alocada donde la violencia pulp y los giros inesperados son la excusa idónea para narrar a puerta cerrada las peripecias de una familia rusa corrompida por la disfuncionalidad. Trata la historia de Matvey, un joven ladrón, algo iracundo que, un día cualquiera, llega con un martillo en la mano a la casa de su novia Olya, donde es recibido por la madre humilde y el pesado padre, Andrei, un detective de la policía corrupto hasta la médula que oculta un historial de psicopatía. Cada uno de esos personajes caricaturescos tiene un motivo oculto para pelear en contra el temido Andrei con un repertorio de armas y desatar el baño de sangre que se anuncia desde el afiche. A través de los múltiples puntos de vista y de un uso sutil de la analepsis, la narrativa me cuenta las diferentes razones por las que esos personajes se reúnen en la casa sangrienta, donde usualmente el hilo conductor apunta a la venganza, la infelicidad, el resentimiento, los abusos y la corrupción. Son tópicos que he visto cientos de veces, pero aquí me resultan igual de entretenidos por la amplia economía de recursos estéticos que utiliza Sokolov para contarlo a modo de alivio cómico, como el encuadre móvil, el primer plano, el picado-contrapicado, el inserto, los intertítulos; el empleo psicológico del color (rojo verde y amarillo) para describir emociones; la música anempática con claros homenajes a Morricone; los planos ambiguos que a veces se congelan y son imposibles; y los diálogos afilados como un cuchillo de carnicero que me hacen reír cuando menos lo espero. Todo es encuadrado con un montaje trepidante, con notables efectos especiales, en una sola locación que evoca en cualquier escena la incomodidad asfixiante de estar encerrado en un apartamento donde la brutalidad es un juego endiablado de gente que está muy mal de la cabeza. Y también forma un híbrido interesante entre la comedia, el thriller y el cine policial, además de las típicas secuencias que reflejan el interés del director por el western. El reparto tiene una química fascinante, pero de alguna manera destaco por encima del resto las locas actuaciones de Aleksandr Kuznetsov como el muchacho sinuoso, y la de Vitali Khayev como el policía brutal disfrazado de padre de familia con instinto homicida. Con ellos pasa de todo y muy pocas veces se pierde el ritmo ensangrentado. Me parece una propuesta original, violenta y muy divertida de las importadas del cine ruso reciente.

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Ficha técnica
Título original: Why Don't You Just Die! (Papa, sdokhni)
Año: 2018
Duración: 1 hr 39 min
País: Rusia
Director: Kirill Sokolov
Guion: Kirill Sokolov
Música: Sergey Solovyov
Fotografía: Dmitriy Ulyukaev
Reparto: Aleksandr Kuznetsov, Vitali Khayev, Evgeniya Kregzhde, Michael Gorevoy,
Calificación: 7/10

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