Ambulancia es una película en la que Michael Bay regresa a la zona segura de ese estilo caracterizado por tiroteos y explosiones al servicio de la pirotecnia más caótica, como suele suceder a menudo en otras cintas de acción suyas como las regulares
Dos policías rebeldes,
La roca y
La isla. Las más de dos horas que dura, al menos, me mantienen sujeto del asiento porque, dentro de sus regularidades, es un thriller de atracos que posee un arranque trepidante que se deja sentir desde la primera mitad cargada de acción, pero, desafortunadamente, en su estela de persecuciones pierde velocidad al atravesar autopistas predecibles que se señalizan con clichés y personajes convencionales, donde no me queda más remedio que seguir con ellos hasta el final para ser testigo de lo que anticipo a destiempo. Su trama se sitúa en Los Ángeles y narra la vida de Will Sharp, un veterano de guerra afroamericano que tiene problemas económicos y que, como busca desesperadamente la suma de $231 mil dólares para la cirugía de su esposa, acepta a regañadientes la oferta de su hermano adoptivo Danny, la cual consiste en que participe en el asalto de $32 millones en uno de los bancos de la ciudad. La premisa del robo bancario se ensambla siguiendo de forma manual la fórmula común del cine de atracos en pareja, donde los ladrones se disponen a robar el banco fuertemente armados y luego de que todo sale mal escapan de la policía para iniciar la típica persecución por las carreteras. La diferencia es que ahora Bay captura el asunto desde la perspectiva de un hombre honesto y marcado por el pasado que necesita el dinero en un acto de desesperación para salvar a su familia; en donde todo el barullo de acción se unifica por lo general en el interior de una ambulancia en la que se encuentra este junto a su hermano sociopático, un policía herido y una paramédica, mientras son perseguidos por patrullas de policías que salen de todas partes para arrestarlos por secuestrar rehenes. El problema es que Bay no se preocupa por desarrollar a los personajes más allá de la descripción dúctil que solo los coloca en ciertas situaciones caóticas, y opta más bien por mantenerlos sometidos a unas secuencias de acción que se extienden innecesariamente en una segunda mitad que abandona el rumbo entre las balaceras programadas, las explosiones de autos, los choques de vehículos en las calles, las negociaciones por radio con los federales y las discusiones a puerta cerrada en una ambulancia a la que aparentemente no se le acaba el combustible en las pocas horas operativas. No hay giros. Todo luce demasiado acomodado con los estereotipos comunes que habitan la comarca woke de Hollywood en estos días (villano caucásico, héroe negro, latina bondadosa, etc.). La poética de destrucción de Bay aquí me resulta un poco mareante con el uso insistente del montaje rítmico, el primerísimo primer plano, los abusivos contrapicados, la excesiva iluminación artificial, los grandes planos generales con vista de dron, la música empática que busca golpes bajos y algunas modalidades del encuadre móvil que se validan con una cámara en constante movimiento que en lugar de causarme tensión solo me produce el efecto contrario. Su estética es correcta, pero se repite entre tanto ruido y aparataje. El punto de mayor solvencia que logro encontrar son las actuaciones de Jake Gyllenhaal y Yahya Abdul-Mateen II. Uno interpreta a un sociópata perfeccionista y cínico que se confía en exceso hasta provocar su propia caída como ladrón profesional. El otro interpreta a un padre de familia desesperado que deposita su última esperanza en el hermano adoptivo con el que creció antes de salir de la pobreza, en una extraña versión 2.0 de John Q. Ellos me permiten llegar a los créditos de un viaje en ambulancia que, en sus obviedades, no ofrece nada que no haya visto antes con mejores resultados.
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Ficha técnica
Título original: Ambulance
Año: 2022
Duración: 2 hr. 16 min.
País: Estados Unidos
Director: Michael Bay
Guion: Chris Fedak
Música: Lorne Balfe
Fotografía: Roberto De Angelis
Reparto: Jake Gyllenhaal, Yahya Abdul-Mateen II, Eiza González, Garret Dillahunt
Calificación: 6/10
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