Crítica de la película «La X misteriosa» (1914)

La X misteriosa

La X misteriosa es una película danesa que representa el debut como director de Benjamin Christensen y es, además, una que he tenido la oportunidad de ver en una edición restaurada del Instituto de Cine Danés. Al margen de su simplicidad argumental, lo observo en una hora y media me lleva a pensar no sea una de las grandes obras danesas que he visto, pero, afortunadamente, para mi gusto es una película muda entretenida y cargada de cierto suspenso, en la que Christensen, apoyado de una novedosa gama de valores estéticos, esquematiza con ritmo un melodrama sobre fidelidad, honor, lealtad y sacrificio bajo el contexto de la Primera Guerra Mundial. Por lo que sé, fue dirigida por Christensen en los tiempos en que asumía el control de una pequeña productora que le dio el poder creativo necesario para ejercer las funciones de la producción sin percances, además de protagonizarla con la experiencia que había adquirido como actor de teatro. En la trama, Christensen interpreta al señor Van Hauen, un padre de familia y oficial de la marina que, poco antes de partir hacia la guerra para cumplir con el llamado del deber, descubre por casualidad la correspondencia que su esposa mantiene en secreto con el dudoso conde Spinelli, poniendo en duda la fidelidad de ella tras descubrirlos a ambos en su propia residencia (se entiende que su esposa rechaza los avances del impertinente Spinelli porque ama a su marido y a sus hijos); pero cuya existencia se cae por el abismo de la deshonra cuando, en un episodio de confusión, es acusado de alta traición por los superiores que sospechan que es un espía que suministra las órdenes selladas al enemigo. En términos generales, la narración me resulta atrapante por la forma en que se estructura como un melodrama sobre espionaje y triángulos amorosos sobre la base de unos personajes que, dentro de sus respectivos estereotipos, poseen una sobriedad notable para añadirle sustancia a las acciones que suceden en las conversaciones a puerta cerrada, las lecturas de las cartas abiertas, los malentendidos morales, la crisis familiar, las conspiraciones planificadas por los villanos, las persecuciones por la búsqueda implacable de la verdad, los secretos militares, los dilemas éticos en los momentos de guerra. Estos personajes están interpretados por el elenco con una intensidad dramática que acentúa las expresiones faciales y lenguaje corporal para transmitir una sensación de autenticidad y, de igual modo, son utilizados por Christensen para elaborar un comentario sobre la honestidad y el poder de la confianza como pilar de la unión matrimonial. Destaco, primero, la actuación del propio Christensen como el teniente Van Hauen, quien utiliza su pericia expresiva para interpretarlo como un hombre serio, honesto y responsable que es inculpado injustamente tras el robo de importantes documentos militares, mientras espera la condena en un tribunal militar. A su lado, hay otra interpretación creíble de Karen Caspersen como la esposa sensible y marcada por la culpa que, en medio de la conflagración, confía en su intuición femenina para buscar al culpable que se oculta en el molino y demostrar la inocencia de su esposo antes de su ejecución. También la de Hermann Spiro como el perverso conde que esconde la faceta del espía atrapado en el sótano del destino. Con estas actuaciones convincentes Christensen solidifica una historia llena de giros y, a la vez, despliega con cierta maestría elementos estéticos que se imprimen sobre la puesta en escena a través del sobreencuadre, el campo-contracampo, el plano subjetivo, el encuadre móvil, los intertítulos diegéticos, el plano medio, el sonido inaudible, el uso del gran plano general y la iluminación a contraluz que agrega una capa sombría a los paisajes desolados y los interiores siniestros del molino que se encuadran con un innovador trabajo de cámara. Su manejo de la gramática del lenguaje cinematográfico, cercana al cine expresionista alemán y dotada de un uso rítmico del montaje paralelo, intensifica la atmósfera opresiva que cubre cada una de las escenas con un extraño sentimiento de incertidumbre bélica y complejidad emocional. Su poética está finamente ajustada. Se trata, propiamente dicho, de una estupenda película muda del cine danés temprano.

Ficha técnica
Título original: The Mysterious X (Det hemmelighedsfulde X)
Año: 1914
Duración: 1 hr. 29 min.
País: Dinamarca
Director: Benjamin Christensen
Guion: Benjamin Christensen
Música: N/A (muda)
Fotografía: Emil Dinesen 
Reparto: Benjamin Christensen, Karen Caspersen, Otto Reinwald, Fritz Lamprecht, Hermann Spiro
Calificación: 7/10







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