Crítica de la película «Hereje» (2024)

Hereje
En Hereje, el largometraje más reciente de Scott Beck y Bryan Woods, se sigue al pie de la letra algunos de los mandamientos de la religión woke que son considerados ya como estándares de calidad cinematográfica en la factoría de A24 y que buscan, entre otras cosas, monopolizar toda la cultura occidental para reemplazarla por nuevos "valores morales". Por lo que sé, ha sido aclamada no solo por varios periodistas, sino, también, por unos cuantos mormones de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días que alabaron su representación del mormonismo. Yo, al parecer, he visto otra película. De entrada, es una película de terror psicológico que es algo efectiva para crear atmósferas lúgubres por la parte visual, pero cuya narrativa, desafortunadamente, cae prisionera de una rutina predecible y facilona en la que a menudo se ausentan los sustos para edificar su discurso progre sobre fe, religión y creencias como instrumento de control; donde las dos horas son más que suficientes para pensar en el registro de obviedades que el guion regala con cierta gratuidad. La trama se ambienta en un pequeño pueblo y narra las experiencias de dos jóvenes misioneras de la iglesia de los mormones que llegan a vender su producto a la casa de un hombre solitario de mediana edad llamado Sr. Reed, aunque en medio de la estadía, a causa de una tormenta invernal, se dan cuenta, entre las conversaciones religiosas, que el huésped es un psicópata de esos que tienen el hábito de encerrar a mujeres inocentes en su sótano; mientras tratan de huir de la habitación del pánico a la hora pautada. En general, la narrativa se esquematiza sobre las bases del género de terror psicológico en casas malditas, donde las chicas finales acceden a ser víctimas temporales de un hombre perverso al que luego terminan matando cerca del clímax para satisfacer las normas moralmente establecidas. En este sentido, no hay muchas sorpresas. El problema fundamental, no obstante, es que el asunto se vuelve terriblemente aburrido y reiterativo porque las acciones de las protagonistas, por lo regular, se reducen a diálogos inanes a puerta cerrada sobre cuestiones teológicas de bachillerato y solo responden, dentro de su densidad dialógica, al mandato militantemente feminista de la biblia de los "despiertos" que se entiende, dicho sea de paso, como la emancipación femenina de dos mujeres en cautiverio que luchan contra la opresión del dominio heteropatriarcal que está instalado de facto en los sistemas de creencia religiosos, donde el hombre blanco católico y de derecha conservadora, simbolizado por el teólogo psicopático, ocupa el epicentro diabólico de un ser maligno que debe ser eliminado por violentar sistemáticamente los derechos de las mujeres durante generaciones. Su síntesis discursiva sobre la victimización es asertiva cuando critica la naturaleza de las creencias religiosas a modo de revisionismo, pero pongo el resto de su texto misándrico en duda cuando accede a las trampas maniqueas de la psicosis woke. De esta manera, para mí es bastante simple anticipar los coloquios sobre las dictaduras religiosas; el plan del asesino para aprisionar a las mujeres en su calabozo de la muerte; el ingenio de las monjas para escapar del sufrimiento antes de enfrentar al villano que las hostiga con navaja en mano y una retórica sofisticada. Los giros carecen de cualquier rastro de brío. Y las situaciones que suceden en la jaula son tan obvias y carentes de suspenso, que evocan a otras películas que me abstengo de mencionar porque son trivias demasiado fáciles. Por lo menos me conformo con atestiguar una actuación bastante solvente de Hugh Grant, quien recurre a su verborrea, la mirada y el amplio rango expresivo para interpretar al Sr. Reed como un hombre adoctrinado por la fe religiosa que, detrás de la sonrisa, oculta una perversidad que me resulta creíble. También hay unos cuantos apuntes visuales que se solidifican con algunos planos atmosféricos encuadrados por Chung Chung-hoon en los espacios herméticos. El resto, me temo, apenas pasa la prueba del terror para dummies.

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Ficha técnica
Título original: Heretic
Año: 2024
Duración: 1 hr. 51 min.
País: Estados Unidos
Director: Scott Beck, Bryan Woods
Guion: Scott Beck, Bryan Woods
Música: Chris Bacon
Fotografía: Chung Chung-hoon
Reparto: Hugh Grant, Sophie Thatcher, Chloe East
Calificación: 5/10


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