Crítica de la película «Blancanieves» (2012)

Blancanieves

En Blancanieves, el director español Pablo Berger accede a mimetizar la estética del cine mudo, sospecho, con el fin de ofrecer una nueva versión del cuentito de los hermanos Grimm. Como experimento, supe que Berger llegó a decir que era su "carta de amor al cine mudo europeo", pero que, de igual forma, se sintió aludido cuando supo de la competencia que suponía El artista (Hazanavicius, 2011). Las casi dos horas que invierto en ella me obligan a razonar lo suficiente como para saber que, entre otras cosas, al menos funciona decentemente cuando adopta las propiedades formales del cine mudo, pero tengo la sensación de que es una fábula oscura adornada de facilismos y a la que le falta emotividad en sus apuntes folclóricos sobre la cultura española. Su argumento se ambienta sobre una mirada romántica de la Andalucía de la década de 1920 y sigue la existencia de Carmen. En una primera mitad, ubicada luego de un pequeño prólogo en el que la madre muere durante el parto y su padre queda paralítico después de un traumático accidente taurino, se muestra la infancia de Carmen como la de una niña que lleva una infancia aparentemente feliz al cuidado de su abuela, pero cuyo destino, tras la muerte de esta, se oscurece cuando queda bajo los castigos de la madrastra caprichosa y perversa que se casó con su padre para quitarle la fortuna, en los días en que se reúne con frecuencia con su padre indefenso y mira el paso de los años hasta ser una adulta bondadosa. En la segunda mitad, se presenta a Carmen como una mujer que, luego de escapar de los abusos de la madrastra y del intento de violación de un fascista en el bosque, es acogida por un grupo de toreros enanos que se refieren a ella como "Blancanieves", mientras busca recuperar la memoria y forma parte de un espectáculo ambulante de toreros con enanismo. El problema fundamental que encuentro, no obstante, es que la narrativa suele frecuentar lugares comunes sin ir a ninguna parte en específico y, en general, las acciones de los personajes se esquematizan sin gancho al montarse sobre la base de las descripciones banales del guion, donde el tono inocentón mantiene a la Blancanieves española suspendida en una inercia de situaciones predecibles de las que no capto otra cosa que una abulia constante. Los personajes son empleados por Berger como simples autómatas, en una mezcla extraña entre el drama de época y la fantasía de mayoría de edad, que reflejan, en el epicentro del conflicto, un discurso político muy soterrado sobre la emancipación femenina y la opresión política, pero entendido como la lucha de una mujer que anhela encontrar la felicidad lejos de la perversidad que acecha su libertad desde una ventana, simbolizando, además, la esperanza de un pueblo a punto de ser oprimido en el contexto previo al franquismo. El texto, que arroja algo de veneno a la derecha, cobra mayor intensidad en el clímax en el que Carmen, como torera, mantiene la tradición de su padre para enfrentarse al toro negro que la amenaza y superar así sus temores intrínsecos antes de ser envenenada por la bruja del velo negro (la contienda metaforiza la expresión popular como la fuerza verdadera que expulsa a los "malos" regímenes). Aparte de estos tropiezos, hallo creíble la actuación de Maribel Verdú como la villana de la mansión que expresa su vileza con el rostro, los gestos y la mirada. Ella eclipsa la ternura buenista de Macarena García. Y también es encuadrada por Berger en una puesta en escena que funciona más bien como un ejercicio de estilo que adopta la relación de aspecto 4:3, los intertítulos, la sobreimpresión, la elipsis, los decorados, el vestuario, el blanco y negro monocromático, la auténtica reproducción del período y el montaje rítmico para aproximarse formalmente a la esencia de una película silente. Esto es lo único que resuena conmigo porque, a decir verdad, su trágico cuento de hadas queda colgado en una zona muy regular.


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Ficha técnica
Título original: Blancanieves
Año: 2012
Duración: 1 hr. 44 min.
País: España
Director: Pablo Berger
Guion: Pablo Berger
Música: Alfonso de Vilallonga
Fotografía: Kiko de la Rica 
Reparto: Macarena García, Maribel Verdú, Daniel Giménez Cacho, Ángela Molina
Calificación: 6/10

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